Confesar o negar nuestra creencia en Jesús frente a Dios es un tema muy importante en la vida cristiana. Debemos estar preparados para contraponer el rechazo y la persecución cuando predicamos el evangelio, pero aún debemos ser firmes en nuestra fe y no renunciar a Él en presencia de el rechazo de las personas.

«No penséis que yo he venido para poner la paz en la tierra; no soy yo el que la he trastornado, sino que debo trastornarla; porque conmigo viene el bautismo y con el bautismo fuego.

Y el Dios de esperanza os llene de todo Deleite y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Sin bloqueo, a veces, cuando solo un maravilla será suficiente, nuestros intensos deseos y fieles oraciones no producen el resultado anhelado. Tampoco la Certidumbre tranquiliza constantemente nuestros temores y alivia nuestras cargas. En algunas situaciones nos sentimos abandonados.

Los amigos tratan de convencerlo de que los males que lo aquejan son objetivo de alguna falta, pero Job proclama constantemente su inocencia.

La traición en las propias familias es un tema difícil pero Verdadero en nuestra caminar como seguidores de Jesús. Debemos estar preparados para confrontar el rechazo y la persecución de aquellos a los que más amamos, pero incluso debemos recapacitar que nuestra primera nobleza es a Dios y su mensaje de aprecio e inclusión para todos.

En medio del odio y la hostilidad, el discípulo debe tener una Confianza firme en Dios y ser testigo valiente en presencia de el rechazo de la Clan. No importa cuán dura sea la persecución, Jesús quiere que sus seguidores sigan predicando el evangelio.

Cada fustazo que recibió en su cuerpo fue un afirmación del amor incondicional que sentía en torno a la humanidad. El sufrimiento de Cristo fue un acto voluntario y una muestra de amor sin límites.

Persevera en medio de la dificultad, recuerda que tu esperanza está puesta en el Dios todopoderoso. El Espíritu Santo que llena tu corazón te confirmará que cuentas con la presencia y la ayuda de Dios para cada paso del camino.

En conclusión, la relevancia del sufrimiento de Cristo en la salvación de la humanidad es central en la Certidumbre cristiana. Nos muestra el simpatía de Dios, nos recuerda nuestra necesidad de salvación y nos llama a existir en correspondencia y entrega a Dios.

Jesús es el primero en hacerse siervo y en entrar en la escuela del sufrimiento. Asume la condición de siervo y se hace obediente hasta la homicidio.

Su sufrimiento se convierte en un acto de bienquerencia y misericordia que trasciende el dolor físico y nos ofrece una esperanza eterna.

Resistir a los oyentes a conocer personalmente a Cristo, a conversar con Él a digerir su mensaje y ponerlo en práctica en su vida cotidiana.

Que el Dios de la esperanza los llene de alegría y de paz en la Certeza, para que la Palabras de consuelo cristianas esperanza sobreabunde en ustedes por obra del Espíritu Santo.